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| Fuente: Lewin, 2005 |
Existe una relación
entre las características del cuerpo y la latitud, las personas que viven cerca
del ecuador son más flacas y altas que las del ártico, que son más pequeñas y
voluminosas. Esto puede verse como una estrategia para balancear la producción
y disipación de calor como respuesta a diferentes climas (Lewin, 2005).
La conexión entre la
anatomía y el clima está relacionada con la termorregulación, es decir, el
balance entre el calor producido y la capacidad de disiparlo. En climas cálidos
un largo y delgado tronco facilita la pérdida de calor, por el contrario en
climas fríos un tronco corto y voluminoso facilita la retención de calor
(Lewin, 2005).
Es por esto que las
personas que viven en latitudes bajas (cercanos al ecuador) tienen cuerpos largos
y angostos, mientras que las que viven en latitudes altas (cercanos a los
polos) tienen cuerpos anchos y voluminosos (Lewin, 2005).
Bibliografía
LEWIN R (2005). Human
evolution, an illustrated introduction. Fifth edition. Blackwell Publishing.
United Kingdom.
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